AGRESIVIDAD Y APRENDIZAJE

Por clbustos. En 2007-08-06 22:39:55 -0700

Monografía realizada por Elena Lara Molina, Cecilia Martínez Fernández, Karin Penroz Celis y Gabriela Pino Hidalgo.

Contenidos


INTRODUCCIÓN

A diario percibimos hechos de violencia en los que el individuo está expuesto, o que son desencadenados por él. Por tal razón la finalidad del presente trabajo estuvo en analizar la relación existente entre el origen de la agresión desde la familia y los efectos en la conducta del individuo, a la luz de la teoría del aprendizaje planteada por Albert Bandura.

Obtuvimos información respecto al origen y efectos de los comportamientos agresivos; el perfil de dichos individuos, en particular en niños y la importancia del aprendizaje observacional en la adquisición de estos patrones.

Finalmente en función de los elementos anteriormente señalados, podemos concluir que el aprendizaje observacional se valida como principal mecanismo de aprendizaje de conductas agresivas en relación a la familia; dado que en estos casos el sujeto expuesto a la observación y vivencia constante de modelos agresivos, termina identificándose con ellos en función de la fuerte relación afectiva del observador con el modelo. En todo este proceso intervienen otros procesos como los atencionales, cognitivos, motivacional, entre otros, los que vendría a fundamentar los alcances y efectos últimos según sea la capacidad de equilibrarlos.


OBJETIVOS

  1. Identificar la incidencia que tienen los modelos agresivos en la familia, en el aprendizaje y conducta en los niños.

  2. Conocer el enfoques del aprendizaje social observacional respecto al tema.

  3. Conocer los factores desencadenantes de conductas agresivas.

  4. Conocer los efectos da las conductas agresivas en el aprendizaje y la personalidad.

  5. Conocer alguna experiencia de intervención práctica frente a casos de conducta agresiva.


ACTIVIDADES

  1. Revisión bibliográfica: Teoría del aprendizaje social, A. Bandura; Teorías de la personalidad, W. Mischel; Psicología de la educación, J. Mayor.

  2. Reuniones grupales de discusión y análisis del material.

  3. Reuniones de trabajo (estructuración del trabajo de investigación).

  4. Entrevista a psicóloga del CAD "La Esmeralda".

  5. Reuniones de redacción y realización del trabajo de investigación .


MARCO TEÓRICO

Existen distintas conductas que pueden considerarse como casos de agresión, sin embargo, a pesar de que, tomen distintas formas todas tienen un común denominador, cual es dañar o lesionar a otra persona, intención que resulta difícil de juzgar excepto en casos de agresión burda, donde el significado agresivo de la acción se expresa en las consecuencias de la misma (Mischel, 1988).

Para la teoría del aprendizaje social: la conducta agresiva puede adquirirse meramente por la observación y la imitación de la conducta de modelos agresivos y no requiere necesariamente la existencia de un estado de frustración previa. Según esta concepción de la agresión no existiría una pulsiòn agresiva de tipo innato ni tampoco existen estímulos específicos desencadenantes de la conducta agresiva, sino que seria el resultado de procesos de aprendizaje (Mayor, 1985).

Esta teoría acentúa la importancia de los procesos vicarios, simbólicos y autorregulatorios en el funcionamiento psicológico; reconoce el rol de la observación influyendo notablemente en los pensamientos, afectos y conducta humana. Por otra parte, enfatiza la importancia del aprendizaje social dado que destaca el rol de los procesos de autorregulación, es decir, la capacidad de las personas de discriminar, seleccionar, organizar y transformar los estímulos que los afecta, concibiendo al individuo como agente de su propio cambio.

Por lo tanto esta teoría explicaría a la conducta humana, como la interacción recíproca de tres elementos: cognitivos, comportamentales y ambientales; lo cual permite que los individuos puedan influir en su destino y en la autodirección de sus limites.

En general existe coincidencia al concebir la interacción entre la experiencia y los factores fisiológicos determinantes de la conducta.

Existen distintos procesos que dirigen el aprendizaje por observación:

  • Procesos atencionales. El niño, para aprender presta atención a los rasgos significativos de la conducta de sus padres (o del modelo agresivo). La atención prestada al modelo está delimitada por la atracción interpersonal. El observador se identifica con el modelo por sus cualidades atrayentes

  • Procesos de retención compulsiva. La capacidad de procesar la información a partir de sus experiencias anteriores y de las exigencias de la situación, y la capacidad de recordar cosas, conductas, hechos, permite que estos puedan influir a las personas mediante la representación de imágenes, representación verbal y la técnica de repetición, el aprendizaje y la retención resultan mejor. En el caso del niño pequeño, las acciones de los modelos provocan directamente respuestas de imitación, siendo capaces de reproducir estas respuestas aunque el modelo no esté presente mucho después de haber observado la conducta.

  • Procesos de reproducción motora: transformar las representaciones simbólicas en acciones, lo que es posible cuando se organizan temporal y espacialmente las propias respuestas.

  • Procesos motivacionales: el niño aprende a adoptar conductas dependiendo de las consecuencias de éstas. Tenderá a reproducir conductas cuando sus consecuencias sean valiosas y por el contrario, cuando tengan efectos poco gratificantes tendrá menor probabilidad de adoptarlas.

En el caso del niño, este carece de la facultad de integrar distintos atributos o hechos que le permitan establecer la contingencia necesaria entre una acción y sus consecuencias, por lo cual se constituye en un sujeto receptivo que replica lo observado potencialmente. Con el tiempo podrá desarrollar la capacidad de autoevaluación, por lo tanto habrá desarrollado la capacidad de integración lo que será determinante en la ejecución o no de lo aprendido por observación.

En la niñez el aprendizaje es imitativo instantáneo, generalizando lo aprendido a otras situaciones, en ello va a influir las características del modelo y la frecuencia con que ocurre el modelado. Es por esto, que el niño acabará por reproducir conductas agresivas con mayor facilidad, cuando esté sujeto a una invasión masiva y frecuente de estímulos agresivos, emanados especialmente de sus padres (modelos de gran poder afectivo), lo cual se acompaña del refuerzo recibido cada vez que el niño se somete a la agresión siendo implícita o directamente aprobado por ello. Por el contrario, sancionado cada vez que no lo haga (someterse).

Modelo: Padre agresivo con la madre.

Procesos: Identificación afectiva del niño con el padre; retención y repetición de lo observado; identificación de consecuencias.

Observador (efectos posibles): valoración de la conducta agresiva como forma de lograr lo que se desea; generación de respuesta de sometimiento como forma de evitar consecuencias desagradables; o bien, rebeldía frente a la agresión.

El efecto que predomine dependerá del modelo con el cual se identifique el niño, de la acción que realice el modelo y la forma como lo haga.


INVESTIGACIÓN PRÁCTICA

Entrevista realizada a la Psicóloga Ana Martínez F., quien trabaja en el Centro de Atención Diurna (CAD) "La esmeralda", ubicado en Concepción. El equipo de trabajo de este Centro está formado por el Equipo Técnico : Directora, dos Asistentes Sociales y Psicóloga ; y el Equipo de Trato de Directo con los niños : dos tías de sala, un monitor de deportes, una monitora de arte y una monitora de computación. Además, un auxiliar de aseo y una manipuladora de alimento.

En esta institución se atienden 158 niños que asisten en forma alterna al colegio.

Desarrollo entrevista

  1. Perfil de los niños atendidos en la institución

    R : Los CAD son centros de prevención cuyo objetivo es proteger la integridad física y moral de niños y adolescentes que presentan las siguientes causales de ingreso y permanencia : desadaptación a la normativa familiar y escolar, vagancia, deserción escolar, maltrato físico y/o psicológico, violencia intrafamiliar, entre otros. La gran mayoría de estos niños tienen como rasgos de personalidad la introversión, baja motivación, escasa tolerancia a la frustración, bajo autocontrol, dificultades en la expresión afectiva y en el contacto con adultos y/o pares. Destacan los niños con violencia intrafamiliar la agresividad y el sentimiento de indefensión.

  2. Factores desencadenantes de las conductas agresivas en los niños.

    R : Las conductas agresivas de estos niños se entienden desde una perspectiva circular, en donde éstas son causas y efectos de un sistema familiar disfuncional que se caracteriza fundamentalmente por padres distantes afectivamente, ineficientes en la imposición de normas a los hijos, presencia de alcoholismo y drogadicción parental, violencia conyugal, entre otros. Por lo tanto, las conductas agresivas son parte de una dinámica familiar que refuerza y valida dichos comportamientos como una forma de resolver los conflictos, al no contar con estrategias de superación de las problemáticas familiares. Las conductas de estos niños son síntomas de una problemática familiar mayor.

  3. Efectos de la conducta agresiva de los padres en los niños

    R : Un niño expuesto a modelos agresivos al interior de su familia, en la TV, etc. ; aprende formas violentas de resolver los problemas, por lo tanto repiten dichas formas en su relación con pares y adultos. Los efectos de dicha exposición se centran fundamentalmente en relaciones interpersonales negativas que establecen con los otros, al responder agresivamente frente a la frustración transgreden normas lo que provoca, p.ej., a nivel escolar suspensiones o incluso expulsión del sistema educativo.

    A su vez, los niños que son víctimas de la violencia y agresividad de sus padres o entre estos presentan baja autoestima, temor en el contacto con otros como ánimo triste, dificultad en la expresión afectiva, sentimiento de indefensión, baja motivación y en algunos casos, bajo rendimiento escolar.

  4. Líneas de intervención desarrollados por la institución

    R : Para niños víctimas de violencia intrafamiliar la institución elabora un plan de tratamiento psicosocial específico y se centra fundamentalmente en el apoyo psicológico del niño a través de talleres de autoestima, afectividad y apoyo terapéutico individual y/o familiar según la situación. Según la evaluación realizada por el equipo de Asistentes Sociales y Psicóloga, cuando está en grave peligro físico o moral se solicita medidas de protección a los Juzgados de Menores y se trabaja en coordinación con estos.

    En cuanto a niños de conductas agresivas ( que pueden sufrir además maltrato por sus padres ) participan de talleres de autocontrol, habilidades sociales, apoyo terapéutico individual y/o familiar. Generalmente por ser estos niños los que presenten riesgos de deserción escolar o expulsión de este sistema se coordinan acciones directas con las escuelas.

  5. ¿ Se confirma la hipótesis de que los niños que viven en un ambiente familiar agresivo tienden a repetir esto patrones de conducta?

    R: Como se planteó al iniciar esta entrevista creo que las conductas agresivas que presentan los niños se entienden dentro del contexto familiar, en donde las secuencias de esta interacción se pueden definir de la siguiente forma : padres agresivos se relacionan agresivamente con sus hijos modelando específicamente el cómo relacionarse con los otros y en cómo resolver los conflictos. Así, los niños aprenden a responder agresivamente frente a sus pares o adultos y a resolver agresivamente sus problemas. Niños expuestos a modelos agresivo no conocen otra forma de relacionarse y enfrentar los problemas, por eso se hace necesario educar respecto a la resolución adecuada de conflictos.

  6. Relato de un caso concreto donde se pueda ver la secuencia de aprendizaje de la agresividad

    R : Son muchos los ejemplos que se pueden entregar ya que la mayoría de los niños que se atienden en este centro muestran conductas agresivas. Un caso concreto es el de José Manuel que tiene 10 años. El año ´98 fue suspendido en reiteradas ocasiones de clases e incluso estaba con matrícula condicional, en el CAD era altamente agresivo con sus pares teniendo frecuentes peleas con otros niños por lo que no era aceptado por los otros. En septiembre del ´98 iniciamos terapia familiar, se pudo comprobar que los padres eran altamente agresivos entre ellos y con los niños, la agresión era validada en la familia. El trabajo terapéutico en términos generales se centró en hacer más funcional el sistema familiar ; mejorando la comunicación al interior de la familia, favoreciendo la expresión de sentimientos y emociones en forma adecuada y desaprendiendo la resolución de conflictos en forma agresiva otorgando oportunidades para aprender modos diferentes de relacionarse. En abril de este año, la familia terminó su tratamiento, José Manuel no ha presentado problemas conductuales, ha reducido considerablemente sus peleas con sus pares y la pareja ha mejorado su relación afectiva.


REFLEXIÓN

Así como se aprenden conductas agresivas, además es posible por medio del aprendizaje observacional, desaprender o aprender nuevas conductas más eficientes para las relaciones interpersonales y el desarrollo normal.

En la etapa del ciclo vital tratada, resulta muy productivo este tipo de aprendizaje dado que prima el mecanismo de imitación de las conductas observadas en el modelo. Esto resulta muy beneficioso cuando los modelos a los que está expuesto son funcionales, apropiados, positivos, contribuyendo de esta forma al desarrollo normal del niño. Por el contrario cuando ello no ocurre el niño puede aprender conductas destructivas e ineficientes para su vida.

Es importante destacar que en el proceso de aprendizaje las características del modelo resultan relevantes, debido a que de ello dependerá la identificación del niño con éste, y por tanto la repetición de las conductas observadas en el modelo. Esto da cuenta de la interacción de los procesos cognitivos (niños) con las influencias medioambientales (modelo).

Dentro de este marco, la observación de modelos agresivos debiera repercutir negativamente en la personalidad del niño, generando efectos tales como: baja autoestima, temor en el contacto con otros, ánimo triste, dificultad en la expresión afectiva, sentimientos de indefensión, baja motivación, bajo rendimiento escolar, entre otros.

Por todo lo anterior, resulta importante, en forma de solución al problema, la intervención profesional con un enfoque psicosocial, la cual aborda aspectos tales como mejoramiento de la comunicación intrafamiliar, favorecer la expresión de sentimientos y emociones en forma adecuada, y modificar la resolución agresiva de conflictos.

Por último el fenómeno de la agresión trasciende el ámbito intrafamiliar expresándose también como un fenómeno social que fomenta distintos tipos de agresión en ámbitos como: los negocios, deportes y en algunas relaciones sociales. En ellos es valorada positivamente e incluso recompensadas por muchos.


CONCLUSIÓN

La teoría del aprendizaje plantea que la agresividad no es una condición innata en el ser humano, sino que es el resultado de la observación e imitación de la conducta de un modelo agresivo, sin necesidad que existan estados de frustración.

El aprendizaje observacional, a la luz de la Teoría del Aprendizaje, se valida como mecanismo de adquisición de conductas de autorregulación, ya que existen e intervienen en este tipo de aprendizaje distintos factores o procesos cognitivos, que ayudan a determinar cuáles son los hechos externos que se observarán o atenderán, cómo percibirlos, qué efecto tendrán (de largo o corto alcance), su importancia y eficacia, la posibilidad de proyectar lo aprendido mediante la manipulación simbólica de la información extraída de la experiencia; elemento fundamental para la comprensión, reflexión sobre determinados sucesos y la creación de nuevos conocimientos de aprendizajes sobre la base de los anteriores, permitiendo o dando la posibilidad del cambio al alero de la reflexión consciente.

Finalmente, la experiencia práctica realizada valida el aprendizaje de la agresión a través de la observación de modelos agresivos, y a la vez entrega un aporte concreto a través de el tratamiento a nivel familiar e individual, tendiente a contribuir a la modificación de lo aprendido.


REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

  • Bandura, A. (1982).Teoría del Aprendizaje Social. Madrid : Espasa Universitaria.
  • Mayor, S., J.(1985). Psicología de la Educación. España : Anaya.
  • Mischel, W.(1988). Teorías de la personalidad. México: Mc. Graw-Hill.