instructiva

  • El Rigor. Utopia o Posibilidad

    El rigor. Utopía o posibilidad. Realizador: Rafael M. Molina “lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada” El acto de minusiocidad estricta que requieren y exigen las ciencias en las que nos desempeñamos y se desempeñan los diferentes profesionales del hoy, comenzaría por la utilización de las técnicas precisas para la validación de hipótesis trazadas en el descubrimiento de un fenómeno dado; o la devaluación de dichas hipótesis (por muy queridas que nos sean) cuando carecen de fundamento práctico. Y que tiene que ver con las conclusiones infundadas de experimentos que se hacen sin una mínima muestra de amor por la búsqueda de la verdad, para afianzar teorías impuestas que (cuando menos) son de corto alcance. Las ciencias (sean cuales sean) poseen intrínsecamente una necesidad de credibilidad social. Basta con precisar su propia génesis y su esencia misma para darnos cuenta que (aparte de su innegable determinante subjetivo) fueron creadas por el hombre para atrapar (en el mejor de los casos) algo que se pudiera precisar como verdad. Algo constatable, medible. lejos del orgullo, el egemonismo, la pedantería, el elitismo. Algo fidedigno y lo más cercano a la realidad posible. Y la sociedad actual espera de ellas el mejor empeño para poder fijar su confianza y seguridad en ellas. Las ciencias peligran con el egoísmo del hombre y su necesidad egocéntrica de ser querido, aceptado, ganar reconocimiento y poder. Las relaciones humanas, en la vida intrapsiquica y también desde el punto de vista interactivo son relaciones de poder, desde el estatus y los roles que se desempeñan por los logros alcanzados. A veces se miente por obtenerlos, se calla por preservarlos, se manipula por facilitarlos. Somos seres sociales y necesitamos cobertura social.