PROBEMOS EL BARCO

Por clbustos. En 2007-07-22 03:08:02 -0700
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Personas van, personas vienen, rodean y comparten el espacio entre sí, van por la vida impulsados por sus propios intereses, más sin embargo el común denominador de todos fulgura desde el fondo. Nos preocupamos por obtener fortuna y hacernos de bienes, podemos pasarnos años e incluso toda la vida corriendo tras el anhelado dinero, es decir, vivimos la vida casi exclusivamente para correr y correr. Olvidamos que los ahorros de esta vida no nos los reembolsaran para la próxima, que las tarjetas de crédito y las chequeras de esta vida no serán de gran utilidad en la otra, claro está tendremos otro nombre, otro apellido y casi seguro no viviremos en el mismo país.
Es significativo el vivir bien y una buena parte de este buen vivir se logra con lo que el dinero puede comprar, más sin embargo debemos prestarle atención a la manera en que vivimos y compartimos con nuestros semejantes.
Para vivir bien es necesario aprender, conocer e interiorizar que se debe disfrutar la vida en todos sus aspectos, disfrutar tiempos malos y buenos, disfrutar tiempos claros y con suficiente viento como para navegar con el sol de compañía en el firmamento, disfrutar las tempestades en las que en veces retrocedemos porque si no las disfrutamos de igual manera las viviremos, es aquí donde nos damos cuenta que solo debemos sonreír y hacer de los malos momentos una experiencia enriquecedora, ya que, son los malos momentos una oportunidad para demostrarnos a nosotros mismos lo grande que podemos ser, son las tempestades una gran oportunidad de comprobar la calidad de la cubierta, la resistencia de la proa, entonces no observemos el mal tiempo, PROBEMOS EL BARCO.
Acerca de las tempestades, hago referencia a aquellas que suceden a diario, por ejemplo la visita inesperada de aquel vecino justo cuando queremos descansar, hagámoslo “probemos el barco” atendámoslo con la mejor actitud, y luego que salga el sol y vuelvan los vientos serenos para navegar estaremos mucho mejor para disfrutar el recorrido, otro ejemplo palpable es mi caso particular; en este momento me encuentro en la mayor cola que haya vivido para realizar una operación bancaria en el centro de la ciudad, y bueno opte por probar el barco y desde mi cubierta de alojamiento escribí este pequeño artículo con actitud positiva y seguramente ha sido una mejor experiencia que la que hubiese vivido sólo observando la tempestad de mal humor.
Miguel Acosta 04/07/06