LA CASCARA QUE ENVUELVE AL SER HUMANO: DEL CARÁCTER EN REICH Y LA PERSONA EN JUNG

Por clbustos. En 2007-07-23 10:45:57 -0700
Monografía relacionada con LA CASCARA QUE ENVUELVE AL SER HUMANO: DEL CARÁCTER EN REICH Y LA PERSONA EN JUNG

Monografía enviada por Lorena Alejandra Antigua y Solo De Zaldivar (2002), Universidad de Santiago De Chile

Indice

INTRODUCCION

Desde tiempos inmemoriales el ser humano se ha cuestionado muchos temas considerados como misterios dentro de las diferentes culturas. Así, cuestiones como la existencia de las divinidades, el ritmo de la naturaleza, la vida y la muerte son las que han tenido lugar en la epistemología de pensadores como Platón, Aristóteles y San Agustín. Sin embargo, personalmente creo que una de las mas apasionantes preguntas que se ha transmitido por eras es el problema del alma humana, la cual entenderemos en esta oportunidad como la concibe Platón: una mente racional y otra irracional, una dualidad entre ideas y emociones.

La Psicología se ha encargado por mucho tiempo de este tema; incluso su nombre así lo evoca: Psiquis (alma), Logos (estudio). De esta forma, durante su historia ha enfocado el alma con diversas visiones que van, desde su negación en el conductismo hasta ser considerada como la certeza última de ser en el existencialismo.

No obstante, en esta ocasión acotaré el presente escrito hacia una de las más importantes teoría psicológicas de todos los tiempos: El Psicoanálisis. El "paradigma de lo inconsciente- como yo lo denomino- cambó radicalmente el modo en que las personas configuramos el mundo -incorporando conceptos como histeria, neurosis y, por supuesto, inconsciente- así como también reestructuró marcadamente las formas fundamentales de comprender el pensar y sentir humanos, reduciendo todo fenómeno mental a una causalidad y determinismos propios de la física.

Fue un gran mérito el de Sigmund Freud sistematizar y categorizar el comportamiento patológico; así también lo fue considerar la energía sexual o Líbido como la fuente de la vida. Sin embargo, lo que yo más valoro de toda su labor es que construyó los cimientos para que su teoría fuese un terreno fértil y diese frutos de muchas variedades.

Así es como llegamos hasta dos herederos directos de Freud: Wilhelm Reich y Carl Gustav Jung. Ambos conocieron y compartieron las ideas de su maestro, aprendieron los conceptos y herramientas del método psicoanalítico- transferencia, resistencia y otras- y luego desviaron su ruta por caminos independientes de crecimiento personal y teórico. De esta forma, es como nos encontramos con Reich y su "Análisis del carácter" y a Jung con su "Psicología de lo complejos", los cuales a simple vista y a pesar de su origen en común-Freud-son muy diferentes.

Pero...¿Son tan disímiles como parecen?...

Esta es la pregunta que me ha guiado hacia esta temática. He encontrado cierto punto teórico estratégico donde podría encontrar una respuesta negativa o afirmativa; son dos conceptos muy particulares que pertenecen a Reich y Jung respectivamente: Carácter y Persona . Ambos poseen un matiz similar, como lo expondré con más profundidad en el desarrollo de este trabajo: esconder la verdad tras una ficción.

Es por ello que el objetivo de esta monografía es conocer y comparar los conceptos de Carácter en Reich y de Persona en Jung, para verificar- o en su defecto refutar- si ambos autores comparten algo más que ser psicoanalistas. Para ello realizaré una revisión de las bases teóricas desde la que derivan estos conceptos y luego los someteré a un análisis comparativo. Así finalmente, expondré un comentario crítico personal sobre los conceptos y su estado en la sociedad actual.

OBJETIVOS

  • General: " Conocer y comparar los conceptos de Carácter en Wilhelm Reich y de Persona en Carl Jung".

  • Específicos:
    1. Exponer brevemente la vida y obra de Reich y Jung, con la finalidad de contextualizar cada teoría.
    2. Explicar el origen de los conceptos de Coraza caracterológica y Persona a partir una revisión teórica de sus respectivos autores.
    3. Realizar un análisis comparativo entre los conceptos de Carácter y Persona..
    4. Exponer una reflexión crítica sobre estos conceptos y su presencia en la sociedad actual.

PRIMERA PARTE: WILHELM REICH Y LA TEORÍA DEL CARÁCTER

SOBRE WILHELM REICH

Hijo de padres judíos asimilados, nacido el 24.03.1897 creció en una estancia de la Bukovina. Vivió poco tiempo junto a su madre, que se suicidó en 1909. Estudió con maestros particulares y fue al Gimnasio alemán de Czernowitz donde se bachilleró en 1915. En 1918 él y su hermano menor viajaron a Viena, donde inició estudios de medicina, dosnde se recibió en 1922. Participó en el seminario de Fenichel sobre sexología en 1919 en calidad de asistente, conociendo así a Freud.

En 1925 apareció su primer libro, "El análisis del Carácter", cuando era miembro del Instituto de Enseñanza del Psicoanálisis. En 1927 aparece su libro "La función del orgasmo", basado en una riquísima experiencia práctica. Conjuntamente con Marie Frischau-Pappenheim fundó la "Sociedad socialista de investigación y consulta sexual" que tuvo una prolífica actividad entre 1928 (año de su fundación) y 1930.

En 1929 se afilió al Partido Comunista y visitó la Unión Soviética, donde escribió "Materialismo dialéctico y psicoanálisis". En 1933 fue separado del Partido Comunista alemán. En Berlín fundó la "Liga proletaria para una política sexual (Sexpol)"; fue didacta del I.P. de Berlín así como miembro de la APA. Pocos días antes del 13º congreso de psicoanálisis, fue separado de la IPA por motivos de seguridad: era una persona peligrosa por su condición de judío y de comunista.

En 1939 aceptó una invitación para ejercer la docencia en el New School for Social Research en Nueva York. En Estados Unidos trabajó en la teoría del Orgón, construyó un laboratorio, un observatorio y fundó una editorial, "The Orgon Press". En 1954 lo denunciaron por la venta de acumuladores de Orgón a lo que Reich apeló, pero fue condenado a dos años de prisión, donde murió el 3 de noviembre de 1957

BASE EMPIRICA DEL CONCEPTO DE CARÁCTER MEDIANTE LA EXPERIENCIA TERAPEUTICA.

Toda la teoría caracterológica de Wilhelm Reich fue basada primordialmente en la experiencia terapéutica. Durante el transcurso de la terapia psicoanalítica, los pacientes presentaban individualmente conductas de resistencia- oposición inconsciente del paciente durante el tratamiento para impedir que los contenidos psíquicos removidos vuelvan al plano de la conciencia (Zolla, 1962)- que eran típicas y que mermaban cualquier revelación del inconsciente.

Estas maneras específicas de obrar y reaccionar eran interpretadas de manera puramente analítica, obteniendo su sello no desde su contenido, sino más bien de las particularidades del individuo con respecto a los demás. El analista percibe que las reacciones, los síntomas y fantasías son muy distintas entre un paciente y otro, determinándose esto a las experiencias infantiles individuales. Por ejemplo, en el caso de un individuo exageradamente cortés, su reacción está impulsada por una infancia de angustia ligada a un ambiente hostil.

Reich llega a la conclusión de que para cada tipo de síntoma patológico existe una base de personalidad arraigada al individuo que corresponde a la misma naturaleza. Por ello se considera que el síntoma tiene una construcción simple, origen y significado, pero no es más que una manifestación aguda de la personalidad individual.

En un análisis profundo el síntoma pierde su simplicidad y se entra en la llamada "base caracterológica" que está determinada en un número limitado de actitudes inconscientes. Estas actitudes representan el modo específico de ser de un individuo y requieren años de formación; puede considerarse como una expresión en totalidad del pasado.

No importa si los síntomas se presenta temprano o tarde en la vida, porque durante la terapia la línea temporal es borrada; el paciente no tiene claro cuando situar el verdadero origen de éstos, ya que los rasgos del carácter están incorporados orgánicamente a la personalidad. Además, durante el análisis se crean las mismas circunstancias que condicionaron la formación del carácter individual, activando las reacciones típicas de resistencia como un "mecanismo automático e independiente de la voluntad consciente". (Reich, . Pp 158)

Reich integró todas estas evidencias empíricas y se empecinó no solamente en comprender la "formación caracterológica individual", sino que también en sistematizar las condiciones fundamentales que conducen a las diferenciaciones típicas. De esta forma formuló que, más allá de un conocimiento de la génesis sintomática específica, "todo análisis es un análisis del carácter".

CORAZA CARACTEROLOGICA: DEFINICIÓN Y FUNCION

El mecanismo automático de reacciones típicas que Reich percibió durante la terapia se denominó "coraza". Su función primordial durante el análisis es proteger al individuo contra estímulos de naturaleza libidinal provenientes del interior (impulsos reprimidos) y del exterior . Opera conforme al principio del placer-displacer. En situaciones placenteras, disminuye; en situaciones desagradables, aumenta.

Sin embargo, la base inconsciente de esta "coraza" proviene de otra estructura mucho más firme y arraigada: el carácter. Este consiste en una alteración crónica del yo, lugar donde se constituyen los límites entre la vida instintiva y el mundo externo del ser humano. Su formación comienza como una solución al complejo de Edipo freudiano y las condiciones que acompañan a esta resolución son específicas y determinantes en su formación.

Es necesario aclarar que existe una diferencia entre los conceptos "Carácter" y "Coraza". Carácter se entiende como una alteración del yo, un conjunto de actitudes inconscientes que constituyen la solución del conflicto Edípico. Por su parte, Coraza es el conjunto de reacciones automáticas típicas derivadas de la base caracterológica. Representa el desarrollo de un mecanismo de defensa como resultado del conflicto crónico entre demandas instintivas y el mundo exterior frustrante. En su obra "El análisis del carácter" ( ) Reich la denomina también "Coraza caracterológica".

Una cualidad particular de las "Corazas caracterológicas" es su constitución como unidad histórica; la sumatoria de las influencia externas sobre el mundo interior moldean prototipos sociales o "tipos caracterológicos": "el burgués", "el funcionario", "el proletario", etc. Las Corazas Caracterológicas pueden desarrollarse en la superficie de la personalidad, o en su profundidad. En el caso de una Coraza que se halle profundamente arraigada, el aspecto manifiesto de la personalidad no es su real expresión, sino una expresión aparente.

Todas estas formaciones psíquicas tiene un factor en común: la represión por temor al castigo. La resolución del complejo de Edipo- tendencia erótica de impulsa al niño hacia la madre, odiando así al padre (Zolla, 1962)- mediante las represiones lleva consigo intensos deseos genitales y un yo relativamente débil por miedo al castigo. La represión- eliminación de pulsiones procedentes del ello del campo de la conciencia, resultante de los requerimientos del súper yo ( Dorsch, 1991)- conduce a una contención de los impulsos; a su vez, esto amenaza a la psiquis con una irrupción de impulso reprimido. Ello conduce a una alteración del yo, por ejemplo, al desarrollo de una excesiva cortesía. Si bien esto produce una limitación del yo, también significa un fortalecimiento del mismo y una protección contra situaciones que provocarían los impulsos reprimidos.

Sin embargo, a fin de mantener la represión, es necesaria una nueva alteración del yo. Las represiones deben asentarse, el yo debe endurecerse y la defensa debe adoptar una índole activa y automática, o sea, convertirse en "Coraza".

El endurecimiento del yo o formación de la Coraza sigue un proceso de tres pasos, contextualizado en la infancia y que incluye a personas influyentes en la educación individual:

  1. Identificación con la realidad frustrante , en especial con la persona principal que representa a esta realidad. Este paso da a la Coraza sus "contenidos significativos". Por ejemplo, si la misma persona que muestra una "cortesía exagerada" dice: "Debo ser amable con todos, aun cuando no me agraden, porque mi madre aprobaba que yo fuera así", liberada de su Coraza diría " Debo ser amable con quien lo merezca y quien me desagrade solo tendrá mi indiferencia, por lo tanto no me interesa que mi madre me apruebe."
  2. La agresión movilizada contra la persona frustrante, que produjo la angustia, se vuelve contra el propio ser. En el mismo caso, la persona "exageradamente cortés" es incapaz de movilizar las energías agresivas hacia el exterior, por lo cual las bloquea, pero inconscientemente se canalizan en una acción autodestructiva (por ejemplo, comerse las uñas).
  3. El yo forma actitudes reactivas hacia los impulsos sexuales y utiliza las energías de estas actitudes para hacer a un lado esos impulsos, Este proceso priva de ciertas cantidades de líbido a los impulsos libidinales reprimidos, disminuyendo su capacidad de irrupción a través de la Coraza.

En síntesis, la Coraza Caracterológica se produce como resultado del temor al castigo, a costa de energías del ello, y contiene las prohibiciones de las primeras etapas de la infancia. De este modo, la formación caracterológica sirve a la finalidad económica de aliviar la presión de lo reprimido y de fortalecer el yo. Además tiene la bondad de aislar áreas bastas de yo contra estímulos procedentes del exterior y contra posteriores influencias de la educación.

¿CÓMO SE FORMA EL CARÁCTER?

Como se expuso anteriormente, el Carácter se forma a partir de la resolución del Complejo de Edipo freudiano y se determina por las condiciones específicas que lo acompañan. Reich afirma que la formación caracterológica no sólo depende de que el instinto y la frustración crean un conflicto; también influyen la índole de este conflicto, el período en el cual tiene lugar y cuales son los impulsos implicados.

Tratando de sistematizar los factores específicos que intervienen en la formación del Carácter, el autor propone el siguiente esquema de posibilidades:

  1. El momento en el cual se frustró un impulso
  2. El alcance y la intensidad de la frustración
  3. Contra qué impulsos se dirigió la frustración central.
  4. La relación entre la tolerancia y la frustración
  5. El sexo de la principal persona frustrante
  6. Las contradicciones de las frustraciones mismas.

Todas estas condiciones están determinadas por el orden social de la educación, la moral y la gratificación de las necesidades, esto es, en último análisis, por la estructura económica de la sociedad en un momento determinado.

Reich postula que para prevenir la neurosis en los individuos- complejo de trastornos originados por factores psíquicos, por ejemplo conflictos emotivos, que perjudican la adaptación social del individuo (Zolla, 1962)- es necesario crear estructuras de carácter que permitan la movilidad social y sexual necesaria para una buena economía psíquica. Por ello, se debe tratar de comprender los resultados de toda negación de gratificación instintiva del niño.

En este sentido, Reich involucra a las frustrantes medidas educacionales como productoras de un retraimiento de líbido exterior, lo que es una intensificación del narcisismo secundario-estado regresivo en el que la líbido vuelve a fijarse en el propio yo después de retirarse ésta de los objetos del mundo exterior (Dorsch, 1991)-. Esto altera el carácter en el sentido de un aumento exagerado de la sensibilidad, la cual se expresa, por ejemplo en timidez o aprensión

Por lo general, si la persona frustradora es alguien a quien el niño quiere, desarrolla una actitud dual que lleva a una identificación además de la negación, se adoptan ciertos rasgo del carácter de esa persona, sobre todo aquellos dirigidos contra el impulso en cuestión.

El efecto de la frustración en lo respectivo al carácter se diferencia según la época en la cual el impulso deba hacerle frente. En una edad temprana del desarrollo libidinal, la frustración deriva en una represión exitosa. Sin embargo, como resultado de esto no se cuenta con las energías del impulso para la sublimación- transformación de impulsos eróticos o agresivos en impulsos de origen superior (Zolla, 1962), y tampoco para la gratificación conciente.

Lo más importante desde el punto de vista del carácter es que la desvinculación de los impulsos respecto de la personalidad total, da como resultado un deterioro de la actividad total. Por ejemplo, en los niños cuyo placer por la actividad motriz se vio inhibido en una época temprana , se observa una disminución de la capacidad de trabajo.

Asimismo, se dan dos tipos de carácter según el momento en que actúa la frustración: Carácter impulsivo y Carácter de instintos inhibidos. En el primero , un impulso plenamente desarrollado se encuentra con una frustración repentina; el niño no adopta completamente la prohibición , pero desarrolla intensos sentimientos de culpa , los que confieren a los actos impulsivos el carácter de impulsos compulsivos-acción realizada por la función de procesos emocionales y en cuya ejecución no domina la voluntad del individuo (Dorsch, 1991)-. Por su parte, el carácter de instintos inhibidos es fruto de una frustración constante , desde el comienzo hasta el fin del desarrollo instintivo- complejo de reacciones innatas y específicas que neutralizan la tensión nerviosa provocada por una necesidad fisiológica (Zolla, 1962); de esta forma la coraza caracterológica tiende a se rígida, disminuyendo la movilidad psíquica y formando base para reacciones depresivas. Dentro de esta clasificación se encuentran las personas sumisas, privadas de facultades críticas.

Lo más significativo dentro de los factores que intervienen en el tipo de personalidad futura, es el sexo y el carácter de la persona que ejerce las principales influencias educativas en el niño. Generalmente, los órganos principales de la influencia social son el padre y la madre. Reich postula que, es el progenitor del mismo sexo quien personaliza la principal influencia educativa, ya que la actitud sexual- usualmente inconsciente- de los padres ante su descendencia produce que el padre prefiera ala hija y la madre al hijo, los que los lleva a reprimirlos de menor forma. Así la identificación con el progenitor del mismo sexo es la predominante: la niña desarrolla un yo y un superyo según el de su madre y el hijo, según el de su padre.

En el caso de los desarrollos atípicos del carácter, referidos a una alteración de las condiciones parentales expresadas anteriormente, Reich da a conocer cómo se producen en ambos sexos mediante una identificación inversa.

En el niño, cuando la madre es de una personalidad estricta-"masculina"- y produce en él la mayor parte de las frustraciones, se identificará con ella y no con el padre. De esta forma, resultara un carácter fálico narcisista- la líbido orientada hacia la propia satisfacción sexual fálica ( Zolla, 1962)- cuyos aspectos negativos (sadismo y narcisismo) estarán dirigidos hacia las mujeres en venganza contra la medre estricta. Esta defensa caracterológica es contraria al reprimido amor original a la madre, el cual fue abandonado por la frustración y que terminó en una decepción.

Por su parte, la niña que se enfrenta ante un padre severo y brutal tiende a reaccionar típicamente con la formación de un carácter masculino y duro. Aquí la coraza caracterológica dura y agresiva, sirve como defensa contra la actitud débil y femenina que hubo de ser reprimida por la dureza y falta de cariño paternos. En este desarrollo la envidia al pene se activa y conduce a la formación de un complejo de masculinidad- imagen masculina sostenida por una carga afectiva, la cual influye inconscientemente en la conducta (Zolla, 1962)-.

Sumado a estos mecanismos de identificación con el progenitor o la persona frustrante y de sus influencias "benignas" o "severas", el carácter del niño depende en algún grado del carácter de los padres. Reich, no niega de ninguna forma este "factor hereditario" en la coraza caracterológica (modos de reacción), puesto que un recién nacido también tiene su carácter . No obstante, al autor afirma que el factor decisivo es el ambiente, que determina si se desarrollará y afianzara cierta predisposición. Esto lo demuestra ejemplificando con casos de pacientes que hasta cierta edad tienen determinados modos de reacción y luego demostraron un desarrollo caracterológico completamente diferente; en un comienzo eran alegres, luego depresivos o agresivos y luego inhibidos.

Se sobreestimas los factores hereditarios sobre los ambientales, puesto que existe un temor inconsciente a toda crítica a la educación, la cual debe ser fruto de una correcta valoración de los factores externos.

Haciendo una revisión a las estructuras del carácter expuestas hasta ahora, se puede encontrar que todas tiene su génesis en los conflictos de la relación padre e hijo, que son maneras de resolverlos y también de perpetuarlos. Al desvanecimiento del complejo de Edipo mediante el complejo de castración- miedo inconsciente infantil de sufrir mutilaciones en el órgano genital como castigo por la tendencia incestuosa hacia la madre. (Zolla, 1962)-, como Freud lo había propuesto, se sumaría el retorno de este conflicto a través de reacciones caracterológicas que perpetúan distorsionadamente sus características principales y , al mismo tiempo, constituyen formaciones reactivas en contra de los elementos básicos. El complejo infantil sobrevive transformado en actitudes crónicas, modos crónicos y automáticos de reacción de los cuales se puede reconstruir este conflicto.

Los contenidos reprimidos subsisten en estas actitudes crónicas, puesto que aquellas partes de la experiencia infantil que intervienen en la formación del carácter se conservan como modos reales de acción. En cambio aquellos episodios que no tienen influencia, se mantienen como recuerdos afectivos. Es así como la terapia analítica puede reducir aquellas funciones de la coraza caracterológica hasta sus orígenes.

ORIGEN Y FUNCION SOCIAL DEL CARACTER

Según Reich, el haber evolucionado desde un estado primitivo hasta la civilización de nuestros días demandó una considerable restricción de la gratificación libidinal y de otros tipos. Este cambio se ha caracterizado por el aumento de la supresión sexual, sobre todo en el desarrollo de la sociedad patriarcal, el cual fue directamente proporcional a una creciente restricción a la genitalidad.

Si bien el progreso de la civilización, el número y la intensidad de los peligros exteriores fueron progresivamente en disminución para el individuo, desde la perspectiva social, los peligros para la vida han aumentado. Las guerras imperialistas y la lucha de clases son equivalentes a los peligros de épocas primitivas . Por ello, a fin de evitar la angustia actual provocada por peligros externos reales , las personas debieron inhibir sus impulsos. Por ejemplo, la agresión debe reprimirse aunque la gente esté al borde de la inanición y el colapso por causa de una crisis económica, y las normas y prejuicios sociales ponen barreras al instinto sexual. El transgredir las normas significa un peligro real, tal como el castigo por "robo" o la masturbación infantil, la cárcel por incesto o la homosexualidad.

En la medida que se evita la angustia actual –sentimiento asociado a tensiones psíquicas debido necesidades orgánicas inmediatas (Dorsch, 1991)-, aumenta la estasis libidinal –contención de la energía sexual- y con ella la angustia estásica. La angustia estásica y la angustia actual ejercen una acción recíproca; cuanta más angustia actual se evita, tanto mas se intensifica la angustia estásica y viceversa. Es por ello que el individuo libre de temores satisface sus marcadas necesidades libidinales aún a riesgo del rechazo social. De la misma forma, los animales están más expuestos a condiciones de la angustia actual ya que no cuentan con una organización social que los "proteja", pero- a no ser que se trate de un animal domesticado – ellos no sufren una estásis de la energía libidinal.

En síntesis, puede decirse que Reich postula la formación del carácter como una consecuencia de la estásis sexual provocada por las restricciones sociales hacia la satisfacción de impulsos. A su vez, las restricciones caracterológicas- como lo son la timidez o la inhibición- aumentan la éxtasis, lo que a modo de círculo vicioso crea nuevas reacciones y nuevos acorazamientos.

SEGUNDA PARTE: CARL GUSTAV JUNG Y EL CONCEPTO DE PERSONA

SOBRE CARL.G.JUNG

Nacido en 1875, en Kesswil, Suiza, hijo de un pastor protestante —lo que marcó su tendencia al misticismo. Tras graduarse en medicina en 1902 por las universidades de Basilea y de Zürich, con un amplio bagaje intelectual en biología, zoología, paleontología y arqueología, comenzó sus trabajos sobre las asociaciones verbales: las respuestas de un paciente a unas palabras estímulo ponían de manifiesto lo que Jung llamó 'complejos'. Estos estudios le darían renombre internacional, llevándole además a un periodo de estrecha colaboración con Freud.

Sin embargo, con la publicación de Transformaciones y símbolos de la libido (1912), se separó del maestro y de su interpretación sexual de la libido. Dos años después, abandonó la presidencia de la Sociedad Internacional Psicoanalítica para fundar un movimiento denominado psicología analítica.

Durante los 50 años restantes de su vida, Jung se dedicó a desarrollar sus teorías, desplegando una amplia erudición en mitología e historia, y viajando a conocer diversas culturas (en Nuevo México, India, o Kenya), además de trabajar sobre los sueños y fantasías de su infancia. En 1921 publicó otra de sus principales obras, Tipos psicológicos, donde trata la relación entre lo consciente y lo inconsciente proponiendo la distinción de tipos de personalidad extrovertida-introvertida, después tan popular.

El enfoque terapéutico de Jung se dirigía a reconciliar los distintos estados de la personalidad, que él no sólo dividía en extroversión versus introversión, sino entre sensación versus intuición o sentimiento versus pensamiento. Comprendiendo cómo se integra el inconsciente personal con el colectivo, el paciente alcanzaría un estado de individualización, o totalidad en sí mismo.

Jung escribió numerosas obras, en especial sobre los métodos analíticos y las relaciones entre psicoterapia y creencias religiosas. Murió en 1961 en Küsnacht, Suiza. (Baudouin, 1967).

LA PSIQUIS EN JUNG: INCONSCIENTE PERSONAL E INCONSCIENTE COLECTIVO

Freud concibe a los contenidos inconscientes como tendencias infantiles reprimidas, debido a la incompatibilidad de su características con el ambiente. De esta forma es como surge la represión, que se establece en la primera infancia y sigue durante toda la vida.

Sin embargo, el inconsciente no solo tiene contenidos reprimidos, sino también todo aquel material que no haya traspasado el umbral de la conciencia . Es por ello que el inconsciente está constantemente ocupado en la agrupación y reagrupación de sus contenidos.. Para Freud lo inconsciente son adquisiciones de la existencia individual, lo cual según Jung, significaría un número limitado de éstas; en consecuencia, se puede dar un agotamiento del inconsciente por el análisis o un inventario completo de sus contenidos.

Jung postula un inconsciente de diversos estratos psíquicos, organizados según grados de profundidad y antigüedad. El más primero de ellos es el llamado Inconsciente personal, conformado por materiales de naturaleza personal ya que se caracterizan por ser "adquisiciones de la existencia individual y factores psicológicos reprimidos que podrían volver a ser conscientes al reconocerlos." ( Jung, 1936. Pp. 66) En otras palabras, los contenidos de este inconsciente, son el pasado personal del individuo.

El inconsciente personal y sus contenidos son parte integrante de la personalidad; su ausencia produciría en la conciencia una inferioridad en cualquier sentido. Esta inferioridad de personalidad para Jung, no es con respecto a un defecto congénito ni a una carencia orgánica, es más bien en relación a una omisión, por la que se que experimentaría un conflicto moral del yo, o sea, no habría una idea del bien y del mal.

Durante la terapia, estas las cualidades morales del individuo son las que mediante la comprensión de la necesidad o, indirectamente, mediante el sufrimiento de la neurosis le obligan a asimilar partes de su propio inconsciente y a mantenerlas concientes. El paciente que prosiga por este camino de realización de su propio inconsciente, necesariamente trasferirá a su conciencia el contenido del inconsciente personal, ampliando de ese modo el área de su personalidad.

El término ampliación, se refiere en primer lugar a la conciencia moral, ya que los contenidos del inconsciente liberados por el análisis y aportados a la conciencia suelen ser contenidos por lo pronto desagradables y, por eso mismo, reprimidos.

Al parecer el inconsciente almacena también contenidos de procedencia muy distinta a las adquisiciones personales. Estos son imágenes perfectamente colectivas, cuya existencia étnica es conocida hace muchísimo tiempo; con respecto a esto, Jung dice:"el cerebro humano(...)sigue funcionando del mismo modo que en el tiempo de los antiguos germanos". Así por ejemplo, en la obra consultada para este escrito se relata el caso de una paciente que tiene un sueño; ella se ve en un campo de trigo acariciado por el viento, donde se encuentra con el padre en la cima de una colina. Él tiene la altura de un gigante y la toma en sus brazos como a una niña pequeña; de esta forma la mece, así como el viento mecía las espigas.

La imagen divina del sueño- el padre, que también simboliza al amado y al médico- se pueden adjudicar a la idea conciente de Dios que tiene la paciente. Sin embargo, ella estaba situada en una posición crítica y agnóstica frente a la religión y además sus ideas acerca de un ser divino estaban ya en la abstracción completa.

Al contrario, la imagen del sueño corresponde- según Jung (1936)- "a la representación arcaica de un genio pagano de la naturaleza" (Pp. 67). Esto se deriva de un antiguo axioma que versa: "Dios es un espíritu" y si se traduce literalmente al griego, veremos que "espíritu" corresponde a "Neuma", o sea, viento: "dios es el viento, más fuerte, más grande que el hombre; ente formado por hálito invisible"(Op.Cit. Pp. 67) Así, los sueños desarrollan una Imagen divina arcaica que difiere muchísimo del concepto que Dios forma en la conciencia.

De esta forma es como llegamos hasta las imágenes primitivas o "arquetipos", los que se almacenan en el inconsciente en forma de "categorías heredadas"; estas se encuentran junto con los contenidos personales, a lo cual Jung expresa: "He establecido la hipótesis de que el inconsciente en sus estratos más profundos, posee contenidos colectivos, relativamente animados, y por lo mismo he propuesto el término Inconsciente colectivo".

CONTENIDOS SUPRAPERSONALES DERIVADOS DEL INCONSCIENTE COLECTIVO.

Según Jung, el análisis y transformación de contenidos inconscientes en conscientes durante la terapia, conduce a la aparición de una tolerancia en base a un sentimiento de superioridad, gracias al cual llegan a "aceptarse" fragmentos relativamente difíciles de aceptar en la conciencia. Esta comprensión más completa, la unión de lo que antes estaba separado y la aparente superación del conflicto moral, otorgan la sensación de superioridad.

Al contrario, existen otras reacciones antes los contenidos del inconscientes que no siempre son agradables. Por ello, hay algunos individuos que al adquirir los nuevos conocimientos los se toman demasiado en serio y se entregan completamente a su depresión . Dudan y reniegan de todo lo que son y se olvidan de que sus semejantes también poseen debilidades. Sin embargo, cuanto más se retire y oculte más crecerá en él la necesidad de ser comprendido y reconocido; aunque hable de su inferioridad, en su interior no cree en ella.

Ambos casos son netamente opuestos; son demasiado grandes y demasiado pequeños a la vez.. Ambos van más allá de lo humano- en su grandeza y en su pequeñez- por ello Jung los denomina "semejantes a Dios". Sin embargo, él dice que para quienes consideran inapropiada esa metáfora, les propone el término de inflamación psíquica. Esto significa una extensión de la personalidad más allá de los límites individuales; esto se da por la adquisición de contenidos y propiedades que se encuentran fuera de los límites, en el inconsciente colectivo. Estos contenidos "suprapersonales " no son indiferentes o inertes para el individuo, sino más bien ejercen una influencia atractiva en la conciencia. Es así como la identificación con el cargo u ocupación tiene algo magnético, lo que en consecuencia construye hombres que no son más que la dignidad que se les concede en sociedad. Al interior de esta cáscara sólo se encontrarían grandes insuficiencias personales.

Asimismo, mientras muchos se pierden en los títulos sociales, otros desaparecen en una visión interna y se pierden de los otros individuos. En estos casos se encuentran las transformaciones incomprensibles, como lo es la "escisión del alma" o "esquizofrenia". Este tipo de inflamaciones patológicas es debida a una debilidad de la personalidad frente a los contenidos colectivos inconscientes. De este modo el inconsciente colectivo, al igual que la sociedad, cobija cáscaras atractivas; esto lleva a la relación entre la psiquis personal y la psiquis colectiva a ser similar a la observada entre individuo y sociedad.

LA PERSONA: DERIVACIÓN SOCIAL, DEFINICIÓN Y FUNCION.

El individuo no es un fenómeno aislado, sino un ser social; de igual modo el espíritu humano no es un ente aislado, sino un hecho colectivo. Es así como también tiene ciertas tendencias que, por su naturaleza colectiva, están en conflicto con las necesidades individuales. El nacer con un cerebros altamente diferenciado le brinda al ser humano la posibilidad de ricas funciones espirituales que no ha adquirido ni a desarrollado por sí mismo. El parecido universal de los cerebros rinde una posibilidad de funcionar espiritualmente de forma universal.; eso es lo que realiza la psiquis colectiva.

Si se acoge erróneamente al inconsciente colectiva en el conjunto de las funciones psíquicas personales, sobreviene lo que se llama una disolución de la personalidad en sus pares antagónicos. En el inconsciente colectivo están contenidos las virtudes y vicios del ser humano, así como todo lo demás. Sin embargo, sólo los pares antagónicos morales- por ejemplo, el bien y el mal- son los que se han hecho sentir o que fueron transformados artificialmente en concientes. La disolución surge hasta que se da comienzo a un desarrollo personal de la psique, con lo cual la conciencia vislumbra la naturaleza incompatible de los antagonismos. De esta forma comienza la represión- -; se quiere ser bueno y se debe suprimir lo malo. La represión del inconsciente colectivo no es más que la simple necesidad del desarrollo que la personalidad.

En los pueblos primitivos, el desarrollo de la personalidad- o Persona- es un asunto de prestigio mágico. El carácter especial de los distintivos exteriores crea una separación del individuo; en el hechicero se aislamiento se subraya aún más por la posesión de especiales secretos rituales. Utilizando semejantes medios, el primitivo consigue para sí mismo un revestimiento que podrá designarse como Persona. El individuo favorecido se queda aparentemente separado de la esfera colectiva, lo que significa adquirir un prestigio mágico.

La sociedad experimenta la necesidad de tener una figura que actúe mágicamente; con la enorme importancia del prestigio personal, la posibilidad de su desintegración regresiva en la psiquis colectiva significa un peligro, no solamente para el individuo, sino también para sus semejantes. Sin embargo, al alcanzarse la aceptación general, la Persona se convierte en una verdad colectiva.

Este menosprecio de lo individual significa una casi anulación del ser aislado, con lo que se extermina el elemento de diferenciación en una comunidad; sólo florece la sociedad y todo lo colectivo en el individuo. Todo lo individual queda condenado a desaparecer, o sea, a la represión; así lo individual pasa al inconsciente, donde se transformará en lo malo por naturaleza. Es por ello que mientras menos individuos tenga un cuerpo social, mejor quedará garantizada la individualidad de sus componentes.

Los instintos colectivos, formas fundamentales del pensar y sentir humanos, son para la personalidad consciente una adquisición que no se acoge sin un trastorno esencial. En consecuencia, si la psique colectiva se interpreta como un accesorio del individuo, significa una reducción de la personalidad que difícilmente podrá vencerse. Es absolutamente necesario saber la diferencia entre los contenidos personales y los colectivos; pero esta diferenciación no resulta fácil, puesto que lo personal está estrechamente relacionado con lo colectivo.

Entonces, la personalidad consiste en una suma de hechos que para el individuo son "personales". Este término- personal- expresa la pertenencia exclusiva a este individuo determinado; una conciencia solamente personal acentúa sus derechos de propiedad y de autoría referente a sus contenidos, con lo cual intenta crear un todo. Pero todo contenido que no encaja bien con este conjunto, se descuida, se olvida, se reprime o se niega. Es por esto que tienden la sacrificarse demasiados factores humanos a favor de una "Imagen ideal" en la que se quisiera transformar el individuo.

Aquí entra en juego la facultad del ser humano más útil para el colectivo: la imitación; no hay ley en la base de la sociedad, sólo imitación. Con el fin de un "diferenciación personal" se utiliza de igual forma este mecanismo; se imita a alguna personalidad eminente o atractiva, con la que se llega a conseguir –aparentemente- una diferenciación con el prójimo. Semejantes individuos"personales" son muy sensibles; con facilidad surge en ellos algo que les suele recordar a su conciente algún detalle poco grato de su carácter verdadero.

Este recorte de la psique colectiva es llamado por Jung como "Persona". Este término es muy adecuado, puesto que persona significa originariamente la máscara que llevaba al escenario el actor. La persona es "una máscara que aparenta individualidad" (Jung, 1936. Pp101), es sólo un papel desempeñado en el que habla la psiquis colectiva. Si se analiza la Persona, se saca la cáscara y se descubre que en el fondo es colectivo lo que parece ser individual. La Persona no tiene nada de real, es más bien "un compromiso entre el individuo y la sociedad, referente al papel que ha de desempeñar por el hecho de tener un nombre, adquirir un título o desempeñar el cargo de tal o cual personaje". (Op. Cit. Pp. 101).

Es así como la "Persona" en un complicado sistema de relación entre la conciencia individual y la social. Sus funciones principales son producir determinada impresión a los demás individuos y, también, ocultar la verdadera naturaleza individual. Sin embargo, quien esté completamente identificado con la "mascara", comprende que la segunda función es meramente superficial ya que no conoce lo que debe esconder.

La sociedad espera- y exige- que cada individuo desempeña su papel a la perfección; todo esto es una especie de garantía para la estabilidad social. Por ejemplo, Jung dice que un zapatero y un poeta son dos personas distintas, las que un individuo no puede tomar a la vez. Si es así, este individuo sería visto como diferente a los demás, lo que suscitaría recelos. A estos individuos, en el mundo académico se les llama "eclécticos", en la política son factores imponderables, en religión son llamados "librepensadores". Sobre ellos cae la sospecha de la informalidad, ya que la sociedad solo considera válidos los productos y servicios provenientes de individuos que solamente se dedique a su "Persona".

Por último, las identificaciones con el papel social son fuente abundantes de neurosis; el ser humano no puede simplemente deshacerse de sí mismo , para identificarse con una personalidad artificial. La construcción de una persona adaptada a lo colectivo, significa una formidable concesión hecha al mundo exterior, un verdadero sacrificio del individuo, que exige sin consideración al "yo" a identificarse con la "Persona" al punto que existen realmente gentes que la representan.

Sin embargo, la "ausencia de alma" es sólo aparente , porque el inconsciente no tolera de ningún modo ser desplazado de su eje. Es así como el solo intento de anular la verdadera naturaleza, desencadena una serie de manifestaciones inconscientes: caprichos, estados de ánimo, afectos, angustias, debilidades, vicios, entre otros.

TERCERA PARTE: ANÁLISIS COMPARATIVO ENTRE REICH Y JUNG

Luego de revisar las teorías que postulan, puedo decir que Reich y Jung mantienen una relación dialéctica en cuanto a los supuestos primordiales que sostienen. Mientras Reich se adhiere fervientemente a la postura Freudiana sobre la naturaleza individual del inconsciente, Jung se aventura a postular la existencia de una nueva estructura inconsciente cuya innovación es la escisión personal /colectivo.

A partir de esta distinción esencial estoy en condiciones de realizar una contrastación entre ambos autores. En primer lugar, considero que los conceptos de Carácter y Persona mantiene notorias diferencias, las que están íntimamente ligadas a la dialéctica de supuestos expresados anteriormente.

Reich considera que el Carácter , como una alteración crónica del yo, es una serie de actitudes inconscientes que representan el modo de ser e historia de un individuo. El hecho de que sea una perpetuación distorsionada del complejo de Edipo demuestra la naturaleza personal de la base caracterológica. Al contrario, Jung postula desde un comienzo que tanto el inconsciente colectivo como la sociedad ofrecen máscaras atractivas para el individuo; el hecho de que el inconsciente personal esté ligado al colectivo, hace que estas máscaras no sean indiferentes al ser humano y que muchas veces opte por usarlas.

No obstante, creo necesario destacar el hecho de que Reich califique a la coraza caracterológica como una "unidad histórica", por lo cual entrega una gran importancia a las influencias externas en la formación de "prototipos sociales" o "tipos caracterológicos".

En este sentido, ambas teorías mantienen una relación muy fuerte con el ambiente social y sus consecuencias sobre el individuo.

Es así como Jung postula que el individuo no es un fenómeno aislado, sino social; de la misma forma que el espíritu es un hecho colectivo. Por ello, surge un conflicto entre tendencias colectivas y necesidades individuales. De esta forma, aparece la represión de los vicios pertenecientes al inconsciente colectivo y la adopción de las virtudes como parte de la personalidad conciente. Esta idea extrapolada en la teoría reichiana tiene que ver con la represión por miedo al castigo, que lo conlleva a una contención de los impulsos libidinales. Esta contención amenaza con la irrupción de los impulsos contenidos, lo que conduce a una alteración del Yo o Carácter. En cuanto a la Persona, esta dinámica se repite en forma de la represión de todo contenido que no concuerde con la construcción de una "imagen ideal" en la que se quisiera convertir el individuo.

Dentro de este mismo punto referente a la represión, Reich dice que "en la medida que se evita la angustia actual, aumenta la estásis libidinal y así la angustia estásica". Esto quiere decir que mientras más se reprimen los impulsos inmediatos, más acumulaciones de líbido se encuentran en el individuo, mayor es la incomodidad y mayor es la manifestación de la coraza caracterológica. Este desprecio por las necesidades individuales y su fin adaptativo, para Jung significa una anulación del ser aislado, donde sólo florece la sociedad y lo colectivo. Lo personal es considerado como malo por naturaleza y por ello es reprimido; de igual forma, las necesidades libidinales del individuo son nocivas para la sociedad, por lo cual es necesario reprimir y utilizar mecanismos automáticos más aceptables (Carácter).

Como una conjunción entre ambos autores, lo deseable es adoptar una imagen ideal con reacciones aceptables. Aquí entran en juego los mecanismos de Imitación en Jung y de Identificación en Reich. En el primero, el individual buscará imitar una personalidad eminente o atractiva con el fin de "diferenciarse de los demás", producir determinada impresión y ocultas la verdadera naturaleza individual. Por su parte, la Identificación de Reich en relación a la figura frustradora, generalmente el progenitor del mismo sexo, en la cual se adoptan ciertos rasgos del Carácter propios de ella. En conjunto, puedo decir que ambos mecanismos son complementarios en cierta medida, porque según mi perspectiva apuntan a la creación de una apariencia exitosa (Imitación), cuyas reacciones son aprobadas por el resto de los individuos (Identificación). Así, la gran compenetración entre ambos autores puede manifestarse en la siguiente expresión: "Considero que mi mayor virtud es el autocontrol, he ha hecho una persona fuerte. Mi padre también era así, y yo lo admiraba mucho por eso".

Pero a pesar de todas estas grandes similitudes, en ambos sectores existe una gran diferencia en cuanto a el origen social-histórico de sus conceptos. Para Jung, la Persona nace como una necesidad social de prestigio mágico en los grupos humanos primitivos. El hechicero es distinto a los demás individuos, gracias a su atuendo; él se encuentra supuestamente separado de la esfera colectiva. Sin embargo, el acuerdo general de aceptación lleva a la persona a convertirse en una verdad colectiva

Por su parte, Reich considera que la evolución de un estado primitivo a civilizado en la causa atribuible a la formación de las corazas caracterológicas como unidades histórica. El aumento de la restricción de satisfacción individual fue acorde con el desarrollo de una sociedad patriarcal. A pesar de que ésta fue una solución a las angustias actuales, lo peligros involucrados con esta "protección social" (guerras, luchas de clases) dieron paso a una inhibición de los impulsos, a la estásis libidinal y a la angustia ligada a éstas; todo lo anterior llevó a la formación del Carácter.

En otras palabras, la diferencia entre Reich y Jung respecto a este punto, es que el primero considera la génesis del Carácter como cierta represión anómala de los impulsos libidinales, lo que nació de forma casi imprevista. En cambio, Jung considera que la Persona nació como una necesidad natural y colectiva de las primeras agrupaciones humanas, en cuyo centro se encuentran el consenso y la aceptación general.

Otro aspecto que quiero destacar en este análisis, es la aparición en ambos autores de "prototipos" referidos a las consecuencias de no acatar parcial o completamente la adopción de una de estas "cáscaras". En Reich, el individuo que está libre de temores y satisface sus necesidades libidinales corre el riesgo de ganarse un rechazo social, puesto que impone su yo a las demandas sociales. Por su parte, Jung expresa que la sociedad espera que el individuo desempeñe su papel como es debido, lo que es una garantía para la estabilidad social. Quienes no desean cumplir netamente con su Persona y en vez de eso realizan actividades opuestas o no realizan ninguna, son vistos con desconfianza.

Finalmente, quiero comparar las visiones de ambos autores frente al tema de la neurosis. Ambos consideran que estos conceptos y su funcionalidad distorsionada y extrema provocan esta enfermedad de inadaptación social.

Jung postula que el ser humano no puede deshacerse se sí mismo y adoptar una personalidad artificial sin tener efecto alguno en el inconsciente. Esto, porque la identificación con la persona implica un gran sacrificio de la parte individual y el inconsciente no permite ser desplazado de esa forma; es así como en individuos netamente identificados con su persona, se hacen presentes manifestaciones inconscientes como angustias y vicios.

Desde su perspectiva, Reich postula que la neurosis se produciría por las estructuras de carácter que tienden a la represión y fomentan la estásis libidinal . Por ello, se debe tratar de comprender los resultados de toda negación de gratificación instintiva del niño; Reich considera a la educación como un factor que acrecentaría la neurosis.

CUARTA PARTE: CARÁCTER, PERSONA Y SOCIEDAD ACTUAL: UNA REFLEXIÓN CRITICA.

Hasta este punto, he mostrado una revisión y una comparación objetivas de las ideas con respecto al Carácter y a la Persona. La revisión la he centrado, no con el fin de lograr una comprensión global de los postulados de Reich y Jung, sino más bien sobre la derivación teórica de los conceptos principales que han guiado este escrito.

Sin embargo, ahora creo necesario exponer un cuestionamiento personal el cual conducirá a una reflexión sobre la sociedad actual: ¿ De qué forma se manifiestan estos conceptos en los seres humanos a comienzos del siglo XXI?. Personalmente considero de importancia esta pregunta, ya que al ser la Psicología una ciencia humana, el concretizar conceptos tan abstractos como Persona y Carácter ayuda a contextualizar y validar las teorías respectivas.

Mi postura frente a Reich y Jung puede ser calificada de "consensual"; creo que ambas teorías son complementarias e incluso puedo aventurarme a decir que son una misma cosa, pero con niveles de abstracción distintos. Para mi, la Persona es la "imagen ideal" y el carácter son las reacciones deseable que se esperan de esta imagen.

Por ejemplo, comenzaré a concretizar esta posición con una de las cáscaras sociales que a mi juicio es una de las más potentes: la moda. Personalmente, ésta la defino como los estilos de objetos materiales y de comportamiento cuyo uso y aceptación son de características efímeras dentro de una sociedad. En relación a la Persona de Jung, Baudouin (1967) dice que es una fachada protectora necesaria y elástica, que garantiza un contacto relativamente natural, regular y cómodo con el mundo exterior. La moda, con sus ropajes, actividades que dan estatus- vacaciones en ciertos lugares, prácticas de ciertos deportes-, cirugías estéticas y cambios corporales de todo tipo, es una forma bastante elástica de la fachada que propone Jung. En este sentido, como lo explique en el análisis comparativo, se cumple el hecho de que es deseable adoptar una imagen ideal con reacciones aceptables. Por ejemplo, cuando veo un aviso publicitario de las grandes tiendas promocionando la moda de la temporada, percibo una modelo ("imagen ideal") con ropa de estilo innovador -que podría interpretar como un intento de "diferenciarse de los demás". Además aparece con una expresión corporal que denota sensualidad y osadía- reacción caracterológica aceptable para una mujer bella, joven y exitosa.

Personalmente, me siento invadida con anuncios como este. Su mensaje- para mí- es "tienes que tener esta imagen y comportarte de esta forma para que los demás te acepten". Así, creo que muchas personas pierden su "auto-concepto" ya que van cambiando una y otra vez de apariencia y junto con ello sus reacciones frente a los estímulos. Puedo decir que se "envuelven" con esas máscaras y viven para ellas, olvidando que dentro de sí existen una personalidad única con defectos y virtudes como cualquier ser humano.

Otras de las cáscaras que puedo nombrar en esta ocasión es el intelectualismo. Personalmente, creo que los individuos que "fagocitan" información indiscriminadamente y luego se jactan de ello, son en el fondo sólo un "collage" de pensamientos ajenos. Es así como Baudouin (1967) dice que la Persona, como órgano adaptativo al mundo externo, se endurece hasta el punto de que el juego social de esos individuos es torpe, discordante y estridente. Asimismo, Reich (1965) habla de que puede existir una coraza profundamente arraigada, lo cual llevaría a una expresión aparente de la verdadera personalidad. Yo creo que estos individuos son casos típicos de mecanismos defensivos "teóricos" en contra de críticas personales, que realmente tocan las susceptibilidades. Por ejemplo, yo puedo decirle a un conocido que la hostilidad es algo que siempre se repite en él, a lo cual este podría responderme: " Nietzsche dice : ama a tu enemigo y odia a tus amigos".

De igual forma, considero que algunos miembros de las religiones dogmáticas tiene máscaras similares, al pretender aparentar una imagen santa y descuidar sus propios necesidades libidinales, porque -por proponer un ejemplo- la Biblia así lo dice. Así concluyo casi sin proponérmelo otra cáscara social: la religión.

La última "cáscara social" sobre la que me gustaría hablar es un rasgo de personalidad que siempre ha llamado mi atención en algunos individuos: la timidez. De alguna forma, yo creo que todos hemos sido tímidos alguna vez en la vida por circunstancias particulares a nuestra historia, pero en ciertos casos es una pauta que se repite una y otra vez.

Desde la perspectiva de los autores, esta característica tendría que ver con un factor de represión. Es así como Reich propone que la mientras más se reprimen los impulsos inmediatos (angustia actual), más acumulada está la líbido (estásis libidinal) y aumenta la angustia con respecto a ésta; así la coraza se manifiesta de mayor forma. En este caso, las personal tímidas pueden tener una gran necesidad de aceptación social, por lo cual, en vez de satisfacer su propios impulsos prefieren la estabilidad de la no-acción y así aumentan su angustia. Con respecto a lo mismo, Jung consideraría que estos individuos reprimen contenidos personales, los que son calificados de "malos" por el colectivo; es así como las personas preferirían el florecimientos de lo social en vez de su bienestar.

Yo creo que si bien esta explicación puede estar muy limitada por el marco teórico, pero su verosimilitud es considerable. Siento que es lamentable saber que mucha gente tiene ideas valiosas y cuya expresión puede cambiar el curso de los acontecimientos, las guarden para sí mismas por angustia al rechazo. Es cierto que no sería óptimo decir abiertamente todo lo que se siente y piensa, porque los extremos nunca han sido buenos; pero me gustaría que algún día, utilizando como base esta misma explicación, poder ayudar a quienes tienen esta "coraza" y se sienten verdaderamente limitados por ella, ya que el inconsciente siempre encuentra una forma- no siempre la más adecuada- para soltar lo reprimido.

Finalmente, quiero realizar un comentario acerca de la neurosis y su relación con las "cáscaras sociales". En ambos autores se presenta la existencia de la "represión"; en Jung esta represión correspondería a la parte individual de la psiquis , lo cual traería manifestaciones inconscientes en los individuos identificados con su Persona. En Reich, esta patología se presenta por las estructuras caracterológicas que fomentan la represión y la estásis libidinal. Por ello, para él es importante comprender que la negación de la gratificación instintiva en el niño, puede resultar contraproducente.

En este sentido, puedo decir que actualmente podría existir cierto tipo de neurosis; la cultura "globalizada",como se le denomina al conjunto de costumbre actual, tiende a la uniformidad de los individuos. Así, para poder ser aceptado por la mayoría es necesario cumplir con las máscaras y ser ovejas de la moda que dicta el mercado. Sin embargo al cumplir estas expectativas y coartar lo verdadero a cambio de una bella imagen, el inconsciente cobra su precio; es así como se presentan patologías como la depresión y las adicciones. Sólo basta revisar las biografías de "grandes Personas" o "exitosas corazas caracterológicas" como Elvis Presley, Marilyn Monroe y Kurt Cobain para dar cuenta de ello.

No obstante, discrepo con lo planteado por Reich cuando se refiere a la gratificación instintiva infantil. Es evidente la necesidad de apoyar y dar libertad a un niño durante su desarrollo; el estimular sus sentidos y permitir que juegue con sus pares es netamente natural. Pero, para todo existe un límite y por ello es necesario enseñarle que cuando no hay dinero para un chocolate- por dar un ejemplo de deseo instintivo- es así y debe acatar las reglas. Yo creo que el extremismo en la posición de Reich va en contra de algunas virtudes como lo son el respeto por los demás, la humildad y la voluntad para renunciar cuando es necesario.

QUINTA PARTE: CONCLUSIÓNES SOBRE EL CARÁCTER Y LA PERSONA

Al finalizar este escrito, puedo decir que he realizado una labor teórica y crítica que me ha permitido responder a la pregunta inicial: ¿Son tan disímiles las teorías de Reich y Jung?. La respuesta es una rotunda negación; no, no son tan disímiles e incluso puedo afirmar que en el tema de las "cáscaras" son muy semejantes, aún cuando tengan la dialéctica de supuestos sobre el inconsciente que ostentan.

Es así que mediante el cumplimiento de los objetivos que propuse en un comienzo, pude dar respuesta a esta incógnita. De esta forma realicé una revisión de la derivación teórica en ambos conceptos y desde ahí, me fue posible llegar a un análisis comparativo. En este análisis descubrí puntos en común entre Reich y Jung, como lo son la fuerte relación entre ambiente e individuo, la represión como generadora de "máscaras" y la neurosis como consecuencia de la rigidez en estas estructuras, entre otras.

Una conclusión que necesito destacar es una sentencia consensual nacida de mi integración teórica: "lo deseable en la sociedad es adoptar una imagen ideal (Persona) con reacciones aceptables (Carácter)". En base a esto, quiero decir que las teorías de ambos autores, si bien tienen diferencias en cuanto a la naturaleza de la psiquis, yo las considero complementarias.

Finalmente, en la reflexión crítica que elaboré en torno a este tema, pude encontrar varias "Cáscara sociales" muy ligadas al planteamiento consensual anterior. La moda, el intelectualismo, la religión y la timidez, si bien son problemáticas que abarcan diversos ámbitos – desde la sociedad completa, hasta casos individuales- tiene en común la facultad de revestir, ahogar y reprimir a la verdadera personalidad y/o a los impulsos libidinales. Es así como también puede existir una especie de neurosis- según mi perspectiva- la que se manifiesta en patologías como la depresión.

Para concluir esta monografía, quiero proyecta mi tema hacia un rumbo futuro: el estudio crítico del análisis del Carácter. Considero que Wilhelm Reich, al contrario de Jung, es muy poco examinado en el ámbito académico. Personalmente creo que su teoría es interesante y concuerdo con Rycroft (en Mitchell, 1982) al decir que la teoría reichiana es la mayor contribución al psicoanálisis en el tema de las resistencias. Sin embargo, Mittchell (1982) cree que esta teoría está solamente basada en una serie de confusiones tales como la "igualdad" entre inconsciente e instintos o la insegura diferencia entre síntoma y resistencia

Espero que este tema pueda ser desarrollado más adelante, puesto que la teoría reichiana sale de lo común en psicoanálisis, sanado el espíritu cuando se cura al cuerpo.

REFERENCIAS

  • Baudouin, C. (1967). La obra de Jung y la Psicología de los complejos. Madrid: Gredos.
  • Dorsch, F. (1991): Diccionario de Psicología. Barcelona: Herder
  • Jung, C.G. (1936): El yo y lo inconsciente. Santiago: Editorial cultura.
  • Mitchell, J. (1982). Psiconalisis y feminismo. Buenos Aires: Paidos.
  • Reich, W. (1965 ). El análisis del carácter. Buenos Aires: Paidos.
  • Zolla, E. (1962). Antología del Psicoanálisis. México: Hispano Americana.