¿LA RISA Y EL SEXO ES SAGRADO?

Por . En 2008-03-24 20:14:14 -0700

Freud pensaba que la gente reía debido a la necesidad de liberar las tensiones nerviosas acumulas por pensamientos reprimidos, impulsos hostiles y deseos sexuales. Proponía que cuanto mayor fuera la represión de tales pensamientos, mayor sería la risa en respuesta al humor; los chistes obscenos así llamados o aquellos que están relacionados a la sexualidad caen en esta categoría; los cuales por cierto, se encuentran entre los más contados mundialmente, según una encuesta hecha por la revista Psychology today.

En la sociedad existen grupos y personas que sancionan y critican este tipo de humor de manera categórica, pero esto podría ser un error. Clarissa Pinkola en su libro women who run wiht wolves. Indica que el humor sexual puede desempeñar un papel valioso: es que acaso no ¿Podemos imaginar lo sexual y lo irreverente como algo sagrado?. Sí especialmente cuando son medicinales. Muchas veces cuando alguien llega con un conflicto sexual, el verdadero conflicto era habitualmente un conflicto espiritual (es decir un conflicto del consciente) y del alma (del inconsciente) cuando alguien habla mas de un conflicto espiritual la naturaleza del conflicto es mas bien de naturaleza sexual.

En este sentido, la sexualidad puede ser un medicamento para el espíritu (el consciente) y por tanto es sagrada. Cuando la risa sexual es terapéutica, es risa sagrada. Y cualesquiera que sean las causas de la risa curativa, también son sagrados.

Cuando la risa ayuda sin causar daño, cuando relaja, reestructura, reorganiza, reafirma el poder y la fuerza, es entonces la risa que produce la salud. Cuando esta forma de expresión llamada risa hace que la gente esté dichosa de estar viva, feliz de estar aquí, más consciente del amor, más lúcida respecto a Eros, cuando alivia la tristeza y suprime la ira, entonces es sagrada. Cuando la risa hace crecer, mejorar, ser más generoso, más sensible, entonces es sagrada. En el mundo silvestre, lo sagrado y lo irreverente, lo sagrado y lo sexual no están separados, sino que conviven.



AUTOR: LIC. THAMARA MARTEL MIRAVAL